Teniendo en cuenta el necesario, imprevisible y urgente ejercicio de adaptación en el que se han visto envueltos los niños, desde el principio me di cuenta que lo que mis alumnos necesitaban de mí, era que como conocedora de sus dificultades específicas de aprendizaje, intermediara entre el colegio y la familia, para facilitarles su adaptación a las distintas maneras en las que han tenido que continuar respondiendo a sus exigencias escolares.

Este planteamiento, me ha permitido ser testigo de las  necesidades y dificultades que han surgido tanto a las familias como a los docentes.  Lo que no me esperaba es que una dificultad común, para la mayoría de los docentes, haya sido discriminar a qué alumnos sus padres les realizaban las tareas, lo cual ha sido más frecuente en alumnos de bajo rendimiento escolar, en el malentendido intento de los padres de ayudar a sus hijos, con lo que solo han consiguido transmitirles que “no van a ser capaces”.

Si eres un padre o madre que está realizando el trabajo escolar de tu hijo para ayudarle a mejorar sus notas, es fundamental que valores que estás tirando a la basura la mejor oportunidad que se ha dado en la historia escolar de tu hijo. Por primera vez, ha perdido importancia finalizar los contenidos y todo el profesorado, ha tenido que priorizar objetivos y poner foco en otras habilidades diferentes a las que tienen mayor peso en el aula. Este escenario,  permite que tu hijo adquiera durante este tiempo habilidades para aprender, pero para eso, necesita cambiar su foco de interés del resultado al proceso de aprender.

Tu hijo realiza sus aprendizajes al mismo tiempo que está desarrollando su cerebro. Toda la etapa escolar coincide con el desarrollo de las funciones ejecutivas, las cuáles, son la caja de herramientas del cerebro, las que le permiten resolver problemas y alcanzar sus metas, y por tanto, son imprescindibles para enfrentar cualquier reto escolar.

A tu hijo le va a venir muy bien toda la ayuda que le puedas prestar para que durante esta etapa de trabajo escolar en casa utilice sus funciones ejecutivas. Por eso, es fundamental que tengas en cuenta las características que tienen las tareas que facilitan su entrenamiento. Son  las siguientes:

  1. Propósito.

Todos los deberes, tareas o actividades que requieran que tu hijo necesite guiar y manejar aspectos cognitivos y emocionales para alcanzar sus metas, desarrollan su capacidad de responder a sus propósitos escolares.

 

  1. Novedad.

Todas las tareas para las que tu hijo aún no tiene dominio y, por tanto, no puede resolverlas recurriendo a patrones ya automatizados, sino que tiene que indagar cómo puede resolverlas.

 

  1. Adaptación.

La finalidad de las funciones ejecutivas es facilitar la adaptación al entorno. Han permitido un desarrollo evolutivo del  cerebro más eficiente y ajustado las demandas actuales del ambiente. Ofrecerle a tu hijo la posibilidad de que encuentre los mecanismos internos necesarios para adaptarse a esta nueva realidad escolar, le va a facilitar desarrollar sus funciones ejecutivas.

 

No es necesario que te encargues de hacer sus deberes para que tenga buenas notas. Lo que necesita en este momento es que le acompañes y le ayudes a:

  1. Autorregular su conducta tanto emocional como cognitiva para que pueda elegir y mantener las acciones necesarias para realizar sus tareas.
  2. Animarle a manipular y transformar la información que tiene disponible, en función de las demandas concretas que enfrenta, sin dar por hecho que “no sabe  hacer la tarea”
  3. Enfocar y mantener la atención en el objetivo concreto que requiere cada actividad.
  4. Mantener una actitud flexible durante la realización de la tarea, para detectar y corregir lo que sea necesario.

 

No importa cuál sea el resultado que obtenga. Si pones tu mirada en acompañarle en estos aspectos, los resultados llegaran. Aunque no sean tan extraordinarios como  os gustaría a tu hijo y a ti, son imprescindibles para que el cerebro de tu hijo disponga de las herramientas que necesita para aprender.

 

Si quieres ayudar a tu hijo a mejorar su funcionamiento ejecutivo, pero no sabes cómo hacerlo contacta conmigo.

 

pilarm@dalecuerdaalcerebro.com

 

¡Puedo ayudarte!